EMILIO JOSÉ GÓMEZ RODRÍGUEZ | REA nº 2 | Publicado en Noviembre de 2013
En el 200 aniversario del nacimiento de Richard Wagner no podía faltar una novedad editorial sobre El Nuevo Bayreuth y la labor de Wieland y Wolfgang al frente de la institución que de manera más desigual y ambigua ha servido al wagnerianismo, el Festival de Bayreuth. En un artículo para REA, su autor nos explica a los wagnerianos de Levante por qué la presente publicación desea completar una ausencia del todo imperdonable en la bibliografía en castellano sobre el genio de Leipzig.
«El Nuevo Bayreuth», Ed. Karrusell, Barcelona, 2013
El Nuevo Bayreuth de Wieland y Wolfgang Wagner lleva a cabo un repaso a la totalidad de la historia del Festival, para detenerse en el periodo comprendido de 1951 a 1966, años de gestión conjunta por parte de los nietos del compositor.
Durante esos quince años se llevará a cabo sobre el escenario del Festspielhaus una aparente revolución en la concepción de los dramas musicales a todos los niveles. Entre otras muchas cuestiones que conforman el fenómeno, la fundamental a tratar en este volumen será la relativa a la cuestión escénica. De hecho Nuevo Bayreuth constituye uno de los episodios más apasionantes de la historia del teatro del siglo XX.
Wieland replantea las necesidades dramatúrgicas y crea un nuevo y austero estilo, que parte del mismo espíritu romántico y simbólico de su abuelo, y que pronto se extenderá por todos los teatros del mundo. Sin embargo, será en Bayreuth bajo la égida de Wieland y Wolfgang, donde conseguirá este estilo su forma más acabada, absolutamente afín al carácter místico y poético del universo wagneriano. Pero centrémonos en el trabajo de Wieland: algunos han querido ver en su labor una desacralización, una puerta al “todo vale”, como si él hubiese abierto la caja de Pandora de la dramaturgia contemporánea. Sin embargo en el estudio, a través de toda la documentación que aportó y de sencillos e ilustrativos ejemplos musicales, veremos como Wieland pretendía (y consiguió, en la mayoría de los casos) la máxima fidelidad al espíritu y a las intenciones de su abuelo. Citas de Wagner como “… tras haber creado la orquesta invisible, desearía inventar el teatro invisible” parecen preludiar la sencillez plástica que invadía el Parsifal de Wieland, para dejar el drama desnudo de la artificiosa convencionalidad teatral que su abuelo tanto criticaba.
El lector no demasiado familiarizado con los avatares de la familia Wagner y de su Festival, descubrirá en la primera parte de la obra (cap. 2-6) las claves para entender su nacimiento, o la pieza maestra de ese gran ajedrez que es el Festspielhaus, o su evolución y puede que -artísticamente hablando- su incierto futuro. Los detalles más esclarecedores de los periodos de Cosima y Siegfried se desvelan en estos capítulos, ofreciendo una perspectiva atractiva del siempre escasamente ponderado hijo del maestro, un brillante compositor bajo la sombra de un patronímico inalcanzable.
Las estrechísimas relaciones que establecerán los Wagner con el nacionalsocialismo, y con Adolf Hitler personalmente, marcarán la hoja de ruta de la reapertura tras la Segunda Gran Guerra. El nombre de Bayreuth se había transformado en sinónimo de nazismo: la ya citada vinculación de Hitler, su amor por el compositor y por la familia del mismo, colocaban a todo el clan en una posición odiosa para el mundo. Se habían convertido en una especie de sagrada familia del nacionalsocialismo, hundiendo la reputación mundial del Festival, de Richard Wagner y de la familia misma. Los inexpertos Wieland y Wolfgang recibirán la enjundiosa tarea de rehabilitar la reputación del Festival y de la obra de su abuelo.
En el segundo bloque encontramos, en primer lugar, todos los preparativos de la refundación y la exposición de los cimientos artísticos y, sobre todo, las experiencia vitales sobre los que se asentará el discurrir creativo de los hermanos; también se incluyen breves semblanzas de todos los artistas que contribuyeron a grabar con letras doradas su nombre en la historia del festival (cap.9-13). En segundo lugar se sitúa el bloque más amplio, dedicado al análisis pormenorizado de los festivales desde 1952 hasta 1965, fecha de la última nueva producción presentada por Wieland (cap.14-31), Su segundo Anillo del Nibelungo. El planteamiento del análisis de cada una de las ediciones ha sido netamente cronológico, por lo que se irán estudiando los preparativos y las producciones por orden de representación. Pese al carácter ensayístico y didáctico las anécdotas generadas por las “peculiares” condiciones de trabajo de Bayreuth salpican todo el estudio y amenizan su lectura. De seguro sorprenderán a más de un lector.
El bloque conclusivo (cap.32-34) recoge la narración del particular festival de 1966, año de la muerte de Wieland, y el de 1967. Continúa con un pormenorizado análisis de las fuentes y de las características formales del estilo Nuevo Bayreuth y de la personalidad de Wieland Wagner, genial y fiel a la vez al espíritu de su abuelo. El último capítulo, “Los átridas de Bayreuth”, está dedicado a las singulares vicisitudes de la familia Wagner, que llegan hasta el día de hoy. Por último una breve semblanza de las producciones vistas en el festival desde 1969 hasta 2013, con el polémico Anillo de Frank Castorf, que extrae (o malinterpreta, según se mire) una de sus más controvertidas premisas de una idea expuesta por Wieland casi cincuenta años atrás.
El libro ofrece tres anexos que serán de interés tanto para el experto como para el aficionado. El primero de ellos es una completa discografía (44 páginas), en la que se analizan los aspectos fundamentales (calidad artística, sonido, presentación) de todas y cada una de las grabaciones oficiales y pirata salidas del Festspielhaus, siguiendo un método crítico similar al del respetadísimo y llorado cronista Ángel-Fernando Mayo. Los anexos se completan con la bibliografía empleada, así como con un índice onomástico, que agilizará cualquier búsqueda dentro de las 357 páginas que conforman el volumen. Las 18 fotografías a toda página que ilustran las puestas en escena permitirán al lector contar con un atractivo referente visual, con el que cotejar las descripciones.
En todo momento esta guía pretende ofrecer un relato ameno, sin descuidar su calidad como estudio de Historia del Teatro. Las vicisitudes vividas por los protagonistas y el público del Nuevo Bayreuth merecen ser contadas, y de seguro que no defraudará ni al experto wagneriano, ni al lector curioso por conocer uno de los capítulos más apasionantes de la recuperación cultural de la Alemania de posguerra.
FICHA TÉCNICA DEL LIBRO:
Título: El Nuevo Bayreuth de Wieland y Wolfgang Wagner
Autor: Emilio José Gómez Rodríguez
Año: 2013
Género: Ensayo
Temática: Historia de la Música / Historia del Teatro
Tipo de edición/papel: Rústica con solapas / Papel ahuesado 80 g.
Dimensiones: 240×170 mm.
Editorial: Ediciones Karussell
Lugar de edición: Barcelona
Nº. de páginas: 357
Nº de ilustraciones: 18 (17 en B/N y 1 a Color) y un esquema.
Tamaño ilustraciones: 130×180 mm. (A toda página, apaisadas)
Nº. de capítulos: 34 capítulos
Anexos: 3 anexos (Discografía, Bibliografía, Índice onomástico)
P.V.P.: 37 euros.