REA nº 2 | Publicado en Noviembre de 2013
No se tiene total seguridad de si los muros eran defensivos o como separación entre barrios de etnias diferentes, mozarabías, grupos comerciantes o marineros. En el documento de la Sesión de Cortes de 1265, se aprecia que las murallas se trazan desde el castillo, bajando hacia el mar, entre las calles de San Nicolás y San Agustín.
La muralla del antiguo recinto romano dejaba fuera el barrio de Santa Cruz, conectando recintos defensivos de la Ereta y el Torreón de la pólvora, hasta la Iglesia de Santa María, donde está situada la Puerta Ferrisa, único que se conserva de la época musulmana. Entre el mar y la montaña, la ciudad de reducida dimensión llega hasta el antiguo espolón, sobre la playa del Postiguet, adaptándose a la topografía del terreno, salvando desniveles y barrancos con arrastres de aguas. La ciudad se extiende desde la Plaza del Pont, centro y origen del pueblo musulmán, y en su expansión hasta el actual Barrio del Carmen. Esta pequeña ciudad asentada en la vertiente meridional del cerro del Benacantil estuvo sometida bajo el dominio de Zayan desde 1239. Depuesto por Ibn Hud en 1241, expulsado por Alfonso el Sabio en 1247, quien la toma militarmente confiriéndole la institución concejil, acción jurídica que se daba a las ciudades que se conquistaban por las armas a los musulmanes.
Tras la conquista se hace un primer asentamiento cristiano de orden militar y partición en 1252, para la defensa armada del castillo y de la ciudad, entregándose después casas y bienes inmuebles a los habitantes, con exenciones como portazgo del pan y del vino, del depósito obligatorio en el Alfolí, de servicios armados y pagos comerciales, beneficiando a los comerciantes locales sobre los forasteros, ofreciendo recursos financieros.
Se amplió su término municipal con las siete aldeas de Novelda, Aspe el Viejo, Aspe el Nuevo, Nompot (Monforte), Agost, Busot y Aguas (1252). La conducción del agua potable se hace desde los manantiales de la Fuensanta al interior de la ciudad, autorizando la construcción de molinos de viento y tahonas. El muro defensivo sobre el cauce de la Rambla de Canicia les servía de foso y límite urbano occidental hasta el siglo XVI. La ampliación de la ciudad se encuentra en el Llibre dels feits del Rey Don Jaime I.
El caserío crece formándose nuevas calles como Labradores y la Mayor. Algunas de estas calles urbanas eran ya caminos extramuros como la carretera de Elche, camino de la Huerta de Sueca o nueva trama urbana. Se mantuvo la función y el carácter urbano del primitivo recinto musulmán, con gran interés estratégico, aunque los musulmanes quedaron relegados a ocupar peores sectores de la ciudad, en lo más alto del monte, en la Morería, con viviendas de menor tamaño y valor. Desde la conquista, el recinto islámico se amplía con la Villa Vella, que era una vila nova fuera de las murallas.
En los siglos XIII-XIV hay una similitud de oficios en una y otra zona. La nueva clase dirigente de la ciudad construyó aquí sus viviendas y los caballeros aragoneses del rey Don Jaime II después de la conquista, se establecieron en las calles de San Agustín y la Rambla, espacio urbano donde se edificaba desde la época de Alfonso el Sabio. Resultado de ello la vila nova se configuró al modo de las ciudades medievales levantinas de nueva fundación con trama octogonal con ejes a Labradores hacia el mar, donde se ubicó la Iglesia de San Nicolás y la Mayor perpendicular a aquélla, desde el Portal de Elche, principal via de acceso desde la vila nova al recinto de la vila vella. En Alicante hay dos símbolos que la caracterizan a lo largo de su historia que son, el castillo y su puerto. El castillo con una importancia militar estratégica, y el puerto unido a la vida económica de la ciudad desde sus orígenes.
En el barrio de Santa Cruz hay una cerámica que dice: “Si usted sigue la flecha tendrá que subir a pié, pero verá un lindo barrio moro y cristiano a la vez, Santa Cruz lleva por nombre y es digno de recorrer”.
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