REDACCION | REA nº 13 | Publicado en Octubre de 2014
La situación legal del paraje tabarquino parece eternamente pendiente de que se apruebe el plan especial de protección de las diversas islas y sus aguas, incluyendo al faro de la isla principal en el catálogo con el grado de «protección integral». Sin embargo la falta de consenso parece augurar un arduo camino hasta garantizar la creación de un Museo de la Pesca y una sede para la Reserva Marina.
Tres proyectos de uso relacionado con el medio ambiente en el faro de la isla de Tabarca tendrían por objeto albergar una Sede Permanente de la Reserva Marina de Tabarca, un centro de interpretación medioambiental y un museo de la pesca tabarquina. Dichas instalaciones serían incompatibles con la iniciativa del presidente de la Autoridad Portuaria, José Joaquín Ripoll, que ha tenido la idea de transformarlo en un hotel.
Ante el gran torrente de críticas que dicha iniciativa ha tenido, algunos grupos políticos se han movilizado, aunque tímidamente dentro de lo que cabría esperar, para impedir un nuevo crimen urbanístico contra una de las señas de identidad del paisaje alicantino.
Hay proyectos para la Torre San José, en el supuesto de conseguir su cesión al Ayuntamiento, dedicándola a la ampliación del Museo Nueva Tabarca. Estos proyectos fueron bien acogidos por parte de algunos de los grupos políticos, aunque solo EU abogó claramente porque el faro de Tabarca se aproveche para un uso público como espacio expositivo declarando su rechazo a la idea de explotarlo con una actividad hotelera.
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