ALEJANDRO SELLÉS | REA nº 11 | Publicado en Agosto de 2014
Primera entrevista a Nuno Kawaguchi e Isabel Elvira, dos músicos, profesores y pioneros de nuestros días. Aunque en Alicante la gente con auténtico talento últimamente pasa desapercibida, a ellos no han podido silenciarlos: desarrollo profesional, tesón y sueños les han valido una hazaña que ha despertado el interés de la comunidad internacional. Con su proyecto han adquirido un órgano romántico al que le van a construir su propio templo musical y escénico. La Asociación Villa Atia, alrededor de la cual se vertebra esta iniciativa y donde Nuno y Elvira son el motor fundamental, ha sido galardonada con el Premio Richard Wagner 2014 de la Asociación Wagneriana de Alicante. 
1-¿Cómo nació un proyecto de esta envergadura?
ISABEL.-Supongo que se trata de un compendio de circunstancias, las cuales aisladas no hubieran tenido mucho valor pero que juntas han adquirido la fuerza y condiciones suficientes para que este proyecto haya ido poco a poco tomando forma.
Si tenemos que describirlas pienso que son como los ingredientes de una receta:
Una pequeña dosis de ingenuidad, desde que nos conocimos hace 17 años, hablábamos de crear un centro cultural. Gracias al órgano nos conocimos, y como estudiantes de este instrumento, soñábamos con disponer de uno.
Suerte, diez años después encontramos una finca lo suficientemente grande, cerca de la ciudad, no muy cara y pudimos acceder a ella. En nuestro ático del Barrio San Antón, no hubiera sido posible.
Trabajo, para ir acondicionando la finca mes a mes, año a año: la casa, la tierra, instalaciones para animales…
Pasión, por la música y por su difusión, nos lleva a materializar un proyecto educativo propio. Nace El Cajón Escénico, con la inquietud de aunar música, teatro e interpretación y danza, movimiento o expresión corporal en una única actividad.
Destino, se cruza en nuestro camino la posibilidad de concursar en la adquisición de un importante instrumento, para el cual, no es necesario demasiado dinero, pero sí, un proyecto interesante, y éste era el nuestro, o al menos nosotros lo entendíamos así.
Talento, suficiente para convencer a la comisión encargada de adjudicar el instrumento que nosotros éramos la mejor opción de las 15 seleccionadas de todo el mundo.
Gestión, capacidad para optimizar al máximo nuestros recursos, no demasiado dinero pero muchas ganas, energía conocimiento y optimismo.
En definitiva, Valores. Y la sociedad actual necesita creer en ellos, convirtiéndolo en el ingrediente principal de esta aventura. Por eso, nadie queda indiferente ante este proyecto, podremos conseguir más o menos apoyos, materializados en ayudas concretas o etéreas, pero transmitimos ilusión y hasta podría arriesgarme a decir, que también, esperanza. Personas normales, alcanzando sueños, y nosotros queremos hacer protagonista de esta historia a todo el que se quiera acercar a nosotros.
NUNO.- Efectivamente; nada surge por generación espontánea; la idea de un proyecto de estas características es fruto de una evolución tanto profesional como personal. Nace de la necesidad de disponer de unas condiciones y medios para desarrollar nuestras inquietudes artísticas… El proyecto «Villa Atia», canalizando voluntades individuales y colectivas, se estructura en tres campos:
1) Escuela: Clases, cursos de Verano, encuentros musicales…
2) Domus Artium (casa de las artes): soporte de iniciativas artísticas; conciertos, danza, teatro, conferencias, exposiciones…
3) Asociación Villa Atia, órgano Henry Willis III: Preservación y divulgación de dicho órgano.
2-¿Cuál ha sido el mayor obstáculo que habéis tenido para llevar a cabo esta aventura?
ISABEL.-Verdaderamente cada paso ha sido un obstáculo, y aún quedan muchos por superar. La clave reside en tomarlos como retos, y a modo de rompecabezas, o los diferentes niveles o pantallas de un video juego, buscar siempre una solución. Sin saber cuáles van a ser las dificultades en la siguiente pantalla, pero sin pre-juzgarlo, primero hay que resolver el reto actual, con creatividad e ingenio, y esa sonrisa que hace despertar las neuronas cuando te enfrentas a algo hasta ese momento desconocido. Cambiar el término superar por resolver.
Si bien, podemos enumerar algunos de ellos:
El contrato para la adquisición del instrumento. Nos enfrentamos a unas condiciones durísimas, en un país se rige por un sistema jurídico muy diferente al continental. Contrato que nos exigía un seguro de responsabilidad civil de 10.000.000 de libras, y que regulaba hasta la utilización del papel higiénico en el cuarto de baño durante los trabajos de desmontaje.
Los presupuestos para el desmontaje ascendían a unos 30.000 euros más transportes, seguros y alquiler de maquinaria.
Planes de prevención de riesgos laborales y políticas de seguridad.
Métodos y planificación de trabajo.
Solución: Constituimos una Asociación, una empresa, estudiamos a fondo las mecánicas del instrumento en este periodo de la historia, estudiamos las leyes y las normativas a las que debíamos someternos, elaboramos una política de seguridad y plan de prevención de riesgos laborales, adaptamos el documento a la normativa en Reino Unido, finalmente conseguimos un seguro en Edimburgo, y poco a poco íbamos obteniendo los ok a cada uno de los puntos del contrato.
Formamos un equipo eficaz, y fuimos a trabajar a la Iglesia de Inverleith durante algo más de tres semanas nuestro día a día era resolver una y otra cuestión, hasta que cada pieza del instrumento estuvo perfectamente desmontada, etiquetada, embalada y cargada en el tráiler de 15 metros y 20 toneladas que llegó a casa el día 27 de Septiembre.
Nuevos retos: Construir un hogar para Henry, generar demanda e interés en la sociedad alicantina, dar vida al proyecto cultural, mantenerlo en el tiempo…
NUNO.- El proyecto consta de tres fases principalmente: la adquisición del instrumento, la construcción de un auditorio, y la actividad artística que se desarrollará (Villa Atia- Domus Artium).
En cuanto a la primera fase, podríamos decir que lo más dificultoso, aparte del desmontaje del instrumento, fue todo lo referente a los aspectos contractuales (pólizas de seguros, leyes, coordinación…)
3-¿Cuándo creéis que el proyecto estará operativo?
El proyecto es tan bonito, interesante, espectacular…podríamos pasarnos un buen rato enumerando sus cualidades y virtudes, como cualquier padre hace con sus hijos.
En realidad cuando das vida a un nuevo “ser”, éste tiene su propia evolución y nosotros estamos ahí para apoyarlo, impulsarlo y darle forma, pero la materialización final, no depende únicamente de nosotros.
Es difícil poner una fecha concreta, en este momento estamos elaborando el proyecto para la solicitud de una D.I.C. (Declaración de Interés Comunitario), es un documento costoso ya que debe ir acompañado de una serie de estudios: topográfico, geotécnico, impacto medioambiental e integración paisajístico, diseño del edificio por parte del arquitecto…a partir del momento en que se presente, ya depende de una firma política que puede tardar entre 6 meses y 3 años. En principio tenemos el compromiso personal de Juan Manuel Giner Corell, Director General de Evaluación Ambiental y Territorial de la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, de agilizar el trámite a 6 meses, con el cual obtendríamos la licencia para comenzar a construir.
Una vez teniendo la licencia, los plazos de ejecución dependerán del dinero, a más dinero, menos tiempo y viceversa. Podría realizarse entre 6 meses y 3 años, dependiendo directamente del dinero. Si lo tenemos que ir haciendo nosotros poco a poco con nuestros recursos más tiempo.
El edificio es diseño de Javier Yáñez, de estudio Yes arquitectura. Uno de nuestros primeros socios colaboradores, que se ha implicado profesional y emocionalmente contagiado por este entusiasmo del que hablábamos en otro momento. Su diseño ha sabido captar las necesidades globales de todo el proyecto: singularidad, económico, posible materialización a través de la autoconstrucción, rápido, eficaz, bioclimático para buscar la sostenibilidad en el tiempo, integrado en el entorno, en una palabra: especial.
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