Historia

Medina Laquant: entre moros y cristianos (I)

REA nº 2 | Publicado en Noviembre de 2013

Los datos que tenemos sobre los autores árabes son escasos, incluso el nombre de Alicante podría indicar meras referencias de rutas comerciales, edificios o referirse al ámbito del castillo.

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Lakant-al-Hosun (¿castillo?)  Lakant-al-Kubra (¿alcobre?) Lakant-al-Sugra. El Alicante musulmán surge en fecha imprecisa tras el tratado o pacto de Teodomiro, en el que el Lucentum romano, con categoría de MEDINA pasará a integrarse en el señorío de los Banu-Jattab, tras el matrimonio de un miembro de ésta tribu. En este tratado se ocupan las faldas meridionales del Monte Benacantil, y su antiguo fortín, porque la religión islámica no permitía a los recién llegados convivir en la misma ciudad que los hispanorromanos. No se tienen evidencias del asentamiento de éstos ejércitos en el Benacantil a excepción de los datos facilitados por Ibn Hazam.

En La Cora de Tudmir puede leerse:
“… el otro es Alicante que yace en la sierra de Benacaal, e della salen otras muchas sierras en que fizieron muchas villas buenas, en que labraban muchas buenas (tierras y tejen) telas de paños de seda a los que moraban, y heran malas gentes e de mala manera e heran sotiles en sus obras…”

Este poblado debió de sufrir los efectos de la racia normanda (858-859) e inestabilidad política ante el poder Omeya del recién instituido califato, por lo que se posee la descripción de la ciudad y del castillo en el documento de la Cora de Tudmir.

En el siglo XII Al-Edrisi, habla sobre la actividad, la riqueza  y organización urbana, mencionando el nuevo emplazamiento de la ciudad musulmana diciendo: “Alicante es ciudad poco importante, pero de bastante población; hay en ella un mercado, una mezquita mayor y una menor. El esparto que allí crece se exporta a todos los países marítimos. El suelo produce frutas y legumbres en abundancia, principalmente higos y uvas. ES muy fuerte el castillo que defiende ésta ciudad, y difícilmente hasta él, a pesar de su poca importancia, Alicante es un lugar donde se construyen buques para el comercio, y barcas.»

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Por el lado occidente, hay una isla que se llama Plana, con un excelente puerto donde se ocultan navíos enemigos” Por su actividad constructora de embarcaciones, debió de aportar naves de ataque y apoyo para la toma almohade de Mallorca, en manos de los almorávides. El castillo se supone incurso en el rearme de los ss. X-XI. En 1242 Jaime I recibe de Ibn Zayan el intercambio de Alicante por Menorca. Alicante debía de ser una unidad de carácter pluri-funcional, con castillos, aldeas, alquerías y huertas con pagos de impuestos. Su economía más destacada era de Legumbres, hortalizas, frutas, esparto, higos, uvas, vinos… La ciudad de la época mantenía lazos de comunidad homogéneos con el territorio circundante, prestando servicios defensivos con su castillo.

Durante el período musulmán la ciudad  estaba formada por el castillo, la mezquita, el zoco, el cementerio, la Puerta Ferrisa y la muralla. Su urbanismo era radial en abanico, con una arquitectura militar fuerte con su castillo, la muralla, y las torres defensivas.  Estaba situada en la costa mediterránea en un entorno mediato de castillo y poblado, e inmediato de huertas y con una economía artesana, de agricultura, comercio terrestre y marítimo.

En tiempos de moros, Medina Laqant era una pequeña población con una medina amurallada y la alcazaba en el monte Benacantil. La Puerta de la Medina orientada al SO, al lado de la Mezquita mayor, se llamó Puerta Ferrisa. Ésta puerta Tiene una inscripción coránica casi borrada que podría haber sido un camino hacia Elche. Desde la puerta se llegaba a la Mezquita mayor (la actual Iglesia de Santa María), con murallas ascendentes hacia el castillo.

En la vertiente meridional del Monte Benacantil, la ciudad con reducido espacio se instala desde la playa hasta lo abrupto adaptándose a su irregular topografía, donde había barrancos con arrastres de lluvia. La Plaza de Santa María era un lugar de bajadas de agua hacia el mar. Otros barrancos de la población eran de la calle de San Rafael, la de Labradores y la Rambla de Méndez Núñez.

Este artículo continúa en «Medina Laquant: entre moros y cristianos (II)«

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